viernes, 5 de junio de 2009

La divinidad de lo desconocido

“Quien no ha tenido tribulaciones que soportar, es que no ha comenzado a ser cristiano de verdad.” San Agustín

¿Qué mejor frase para definir lo que se ha convertido mi fe?, mi creencia ha sido un constante colapso en que una otra vez me doy cuenta cuan lejos estoy de una respuesta definitiva, pienso que hay de dudar de dios para encontrar motivos para creer en el, porque lo que se dios es un concepto y que puede ser debatido como cualquier otro. Somos dueños de nombrar nuestro alrededor, por ello también de nombrar aquello que consideramos de naturaleza “divina”

Hace poco leí en el libro “El poder del Ahora”, que plantea que la palabra tal como “dios” es una limitante y que es conveniente acostumbrarnos a despojarnos del termino, este termino suele hacer referencia a una entidad masculina y a un concepto que es preestablecido, por ello en la medida que no pretendamos a limitar lo desconocido a una palabra, podremos mirar con mayor cobertura aquello que no es trascedente.

Dios fue en el pasado una justificación para los hechos y unos fortalecimientos ante los temores, creo profundamente que la existencia de la divinidad surge como relleno al desahucio de todo hombre por su propio significado; el hombre define su alrededor por su conveniencia y entiende así un principio para si mismo. Además el temor a la muerte se muestra como un enemigo al cual somos impotentes en que la religión es un arma a la mano.

Yo tomo a lo divino como un sentido, aquel sentido que abarca todo, por ello considero que un ser superior no es en si mas correcto si es un mero individuo, solo el todo puede definirlo así mismo, es decir, que si existe un ser independiente a todo su conciencia del mundo seria similar a la nuestra y la única capaz de considerarse verdad debe ser integrada por todo lo existente.

Alguna vez un profesor me dijo que la política era algo que primero se formaba, y después si era posible se tomaba un partido con semejanzas ideológicas, creo igual forma que esto se aplica a la religión, primero forma una creencia personal y luego ver cuales son las coincidencias en el común.

Pienso que si el hombre pudo surgir un accidente o un sentido, no puedo demostrarlo pero al considerar las dos posibilidades igual de validas prefiero escoger la que me es conveniente, si entiendo que todo es acobijado un sentido mayor, expreso que la búsqueda de mi propio propósito se ve envuelto aun sin quererlo en algo de búsqueda trascendental.

No puedo determinar lo correcto, y aunque no pueda definir a lo divino podre decir lo que no lo es, somos dueños definir aquello que no es sagrado y trascendental, somos capaces de definir lo que no es superior y fácilmente nombrarlo de cualquier forma. Pero es la espiritualidad (no religión) es realmente una búsqueda (no una tradición) en todo aquello que consideramos consecuente de esa existencia que denominamos Dios o mas bien ese sentido mayor que acobija todo.